Según su tipología profesional, el autónomo tendrá que calcular el pago trimestral del IRPF de manera distinta. Las cantidades y posibles deducciones podrán variar en función del tipo de profesional.
Los autónomos contribuyentes en estimación directa deberán realizar cuatro pagos trimestrales del IRPF. Los tres primeros pagos se llevarán a cabo en los meses de abril, julio y octubre, mientras que el cuarto pago se realizará en el mes de enero del año siguiente.
Por otro lado, que el autónomo no tenga nada para ingresar no significa que no deba presentar declaración; sin embargo, esta deberá ser negativa.
En cuanto a las actividades profesionales, el IRPF será el 20% del rendimiento neto obtenido desde el primer al último trimestre de pago. Además, a esta cantidad, se le han de deducir arrendamiento de inmuebles y de cesión de derechos, retenciones e ingresos a cuenta. También se pueden deducir los importes que se obtienen al dividir las cantidades de la deducción de rendimientos del trabajo.
De manera extraordinaria, los autónomos que empleen cantidades a la adquisición de una vivienda, han de estar utilizando financiación ajena, y tienen derecho a la deducción por inversión en vivienda habitual. Se beneficiarán de hasta un 2% del rendimiento neto.
